jueves, 3 de diciembre de 2009

EL PAPEL DE LOS VOLCANES EN LA EDAD DE HIELO QUE CAUSÓ LA EXTINCIÓN

En un estudio previo, el profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad Estatal de Ohio, Matthew Saltzman, relacionó el proceso de elevación de los Apalaches con una edad de hielo desatada hace 450 millones de años.

Además, a medida que las rocas expuestas se desgastaban, las reacciones químicas extraían carbono de la atmósfera terrestre, causando un enfriamiento global que exterminó a dos tercios de todas las especies del planeta.

Ahora, Saltzman ha descubierto que los protagonistas son volcanes gigantes que se crearon durante el cierre del Océano Japeto, predecesor del Océano Atlántico. Estos volcanes arreglaron el escenario para el surgimiento de los Apalaches y la llegada posterior de esa era del hielo.

Hace alrededor de 460 millones de años, durante el Ordovícico (segundo periodo geológico de la era Paleozoica), los volcanes ubicados a lo largo del margen de lo que es ahora el Océano Atlántico, despidieron enormes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera, cambiando al planeta en un invernadero gigante.

La lava de esos volcanes acabó chocando con Norteamérica para formar los Montes Apalaches. El desgaste de esas rocas es debido a la lluvia ácida, rica en dióxido de carbono. Las reacciones químicas atraparon el carbono en los sedimentos resultantes, los cuales crearon los arrecifes en los mares que cubrían Norteamérica por aquel entonces.

Durante cerca de 10 millones de años, los volcanes continuaron aumentando el carbono a la atmósfera y los Apalaches lo retiraban de ella, absorbiéndolo. Esto mantuvo en equilibrio las condiciones climáticas de invernadero.

Hace 450 millones de años las erupciones se detuvieron, pero los Apalaches continuaron con su proceso de erosión rocosa y absorción de carbono, por lo que los niveles de éstos últimos menguaron en picada, haciendo que la Tierra pasara de ser un invernadero a ser un congelador.
Hace unos 445 millones de años, los glaciares ya habían cubierto el polo sur sobre el supercontinente conocido como Gondwana, el cual posteriormente se fragmentó para dar origen a los continentes del hemisferio sur.

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